El Hotel Regina ha sido (y sigue siendo) un testigo silencioso de la evolución de Barcelona desde su inauguración a principios del siglo XX. Situado en el corazón de la ciudad, el icónico edificio del hotel ha albergado a personalidades ilustres, sobrevivido a eventos históricos significativos y se ha adaptado continuamente a las cambiantes demandas de la industria y la vida moderna. La historia del Regina, desde sus humildes comienzos hasta convertirse en uno de los hoteles más emblemáticos de la ciudad, está repleta de anécdotas y curiosidades, de esas de las que solo los grandes pueden presumir.  

Fundado por Francisco Recasens, un hombre que llegó a Barcelona con casi nada más que su determinación, el Hotel Regina comenzó como la Pensión Francesa. A través de años de trabajo arduo, innovación constante y una visión clara del futuro, Recasens transformó esta modesta pensión en un hotel de renombre. El Regina no solo ha sido un refugio para viajeros de todo el mundo, sino también un testigo y, en ocasiones, un protagonista de los cambios sociales, políticos y culturales que han dado forma a la Barcelona moderna. 

1. Un origen humilde en Valls 

La historia del Hotel Regina comienza en el pequeño pueblo de Valls, en Tarragona, donde nació Francisco Recasens, su fundador. Recasens llegó a Barcelona con apenas nueve pesetas y diez céntimos en el bolsillo y una gran determinación. Tras años de trabajo duro en el sector del transporte, logró adquirir la Pensión Francesa, que más tarde transformaría en el Hotel Regina. La compra no fue fácil, ya que tuvieron que reunir 5.500 pesetas, una fortuna en aquella época. Recasens incluso tuvo que pedir prestadas las últimas 1.000 pesetas a su antiguo jefe para completar la transacción. 

2. La Setmana Tràgica y sus consecuencias 

Menos de dos meses después de adquirir la Pensión Francesa, estalló la Setmana Tràgica en Barcelona, una revuelta popular que paralizó la ciudad. La violencia y el caos afectaron gravemente al negocio de Recasens, quien tuvo que ir personalmente a la Estación de Francia a buscar clientes para sobrevivir. 

3. Innovaciones pioneras 

El Hotel Regina fue pionero en la implementación de varias innovaciones tecnológicas. Fue uno de los primeros hoteles en Barcelona en instalar un ascensor y disponer de un servicio de telefonía en cada habitación. Estas mejoras no solo aumentaron la comodidad de los huéspedes, sino que también elevaron el estatus del hotel en la ciudad. 

4. El arte modernista en sus ventanas 

Recasens contrató a la prestigiosa compañía Rigalt, Granell y Cía para decorar las ventanas del hotel con vitrales modernistas. Estos vitrales, diseñados con motivos florales y vegetales, eran una obra del artista francés René Beauclair y añadían un toque de elegancia y modernidad al establecimiento. Aunque hoy en día solo se conservan dos de estos vitrales, siguen siendo un testimonio del esplendor del hotel. 

5. Una parada real y aristocrática 

Durante los años veinte, el Hotel Regina acogió a miembros de la realeza y la aristocracia. En 1924, el séquito del rey Alfonso XIII se hospedó en el hotel durante una visita real a Barcelona. Además, la Baronesa de Alcalalí, una aristócrata valenciana, sufrió un accidente automovilístico y fue atendida en el Regina, mostrando la confianza que la alta sociedad tenía en el establecimiento. 

6. Un refugio durante la Guerra Civil 

Con el estallido de la Guerra Civil Española en 1936, Francisco Recasens tuvo que huir a Italia, dejando el hotel bajo el control de los trabajadores. Durante este tiempo, el Regina sirvió como refugio para personas desplazadas y posiblemente como un pequeño hospital. Uno de los momentos más destacados fue cuando el hotel albergó a los "niños de Morelia", un grupo de niños evacuados a México para escapar del conflicto. 

7. La recuperación tras la guerra 

Tras la entrada de las tropas franquistas en Barcelona en 1939, Recasens regresó a la ciudad y recuperó la gestión del hotel. Publicó anuncios en los periódicos buscando recuperar bienes robados durante la guerra y se esforzó por normalizar las operaciones del Regina, a pesar de las duras condiciones de posguerra. 

8. Una indemnización inesperada 

Durante las obras de soterramiento del Ferrocarril de Sarrià, el acceso al Hotel Regina se vio seriamente afectado, lo que llevó a Francisco Recasens a liderar una protesta vecinal. La presión ejercida resultó en una indemnización de 60,000 pesetas por parte del Ayuntamiento de Barcelona en 1928, lo que ayudó a mitigar las pérdidas económicas sufridas durante las obras. 

9. Un hotel innovador en la Exposición Internacional de 1929 

El Hotel Regina estuvo a la vanguardia durante la Exposición Internacional de 1929 en Barcelona. Aprovechando el flujo de visitantes, Recasens amplió el hotel con un bloque de pisos en la calle Pelayo, incrementando la capacidad a 317 huéspedes y sirviendo más de 300 cubiertos para desayunar y comer. 

10. El papel del Regina en la Barcelona moderna 

A lo largo de los años, el Hotel Regina ha sabido adaptarse a los cambios y mantenerse relevante. Desde sus inicios como una modesta pensión hasta convertirse en un hotel de referencia en Barcelona. Un ejemplo perfecto de esa dualidad entre la historia y lo contemporáneo que caracteriza a una ciudad como Barcelona y que se respira en el hotel. ¡Bienvenidos!