Barcelona lo tiene todo: cultura, gastronomía, vida en la calle... Pero a veces, cuando llevas un par de días sumergido en su ritmo vibrante, el cuerpo pide otra cosa. Un cambio de escenario. Una escapada breve, sin complicaciones. Una playa con encanto.
Desde el Hotel Regina, en pleno centro de la ciudad, hay playas preciosas a menos de dos horas que parecen de otro mundo: calas escondidas, paseos marítimos con casitas de colores, aguas tranquilas o rincones salvajes rodeados de bosque.
¿Solo tienes medio día libre? ¿Te apetece pasar todo el día junto al mar? ¿Prefieres naturaleza o un pueblito costero? Sea cual sea tu plan, aquí van cinco ideas para escaparte... y volver con sal en la piel y la mente en paz.
¡Toma nota!
¿Solo tienes medio día y quieres mar sin alejarte de Barcelona? Garraf es esa escapada exprés con encanto: casitas de madera, mar tranquilo y cero complicaciones.
A solo 40 minutos del Hotel Regina en tren, es el plan perfecto para salir sin prisa y volver con sal en la piel.
Garraf es una playa pequeña con mucho carácter. Sus casetas verdes frente a la arena le dan un aire vintage muy fotogénico, y el mar suele estar en calma. Es fácil de acceder, perfecta si no quieres alquilar coche y te apetece un baño sin estrés. Puedes ir por la mañana y estar de vuelta en el hotel a tiempo para la siesta o una cena en el centro. Ideal para cuando solo tienes medio día… pero quieres aprovecharlo bien.
Cómo llegar: Desde el Hotel Regina, camina hasta la estación de Passeig de Gràcia (10 minutos). Allí toma el tren R2 Sud dirección Garraf. En unos 35–40 minutos llegarás directo a la playa. La estación está a pocos pasos del mar.
¿Te apetece pasar el día en una playa cómoda, bonita y con buenos sitios para comer? En Sant Pol (Sant Feliu de Guíxols) encontrarás una playa amplia, con paseo marítimo y casetas de colores frente al mar.
Ideal para disfrutar del agua, comer bien y pasear sin prisa en un ambiente familiar y relajado.
Situada en Sant Feliu de Guíxols, esta playa es espaciosa, familiar y con una energía tranquila que invita a alargar el día. Puedes llegar en coche o en tren (con combinación), dar un paseo junto al mar, comer buen pescado y disfrutar de un baño largo en aguas claras. Tiene ese equilibrio entre lo práctico y lo encantador que hace que todo fluya sin esfuerzo. Si buscas una experiencia de día completo, sin aventuras complicadas, esta es una gran opción.
Cómo llegar: Ve desde el hotel a Estació del Nord (unos 10 min a pie o en metro). Toma el bus directo a Sant Feliu de Guíxols con la compañía Moventis. El trayecto dura aproximadamente 1 hora y 25 minutos.
¿Buscas desconectar del todo en un entorno natural y sin masificaciones? Platja de Castell (Palamós) es una playa virgen rodeada de bosque, sin edificios y con alma salvaje.
Una pequeña aventura de naturaleza y mar a poco más de una hora y media de Barcelona.
Está a las afueras de Palamós y es una de las últimas playas vírgenes de la Costa Brava. Aquí no hay construcciones, solo arena, mar y pinos hasta donde alcanza la vista. El entorno es precioso y conecta con el “Camí de Ronda”, un sendero costero que te permite explorar otras calas cercanas como Cala Estreta. Lleva calzado cómodo, algo de picnic y prepárate para desconectar del mundo unas horas. No hay mucho más… y eso es exactamente lo mejor.
Cómo llegar: Desde el Regina, dirígete a la Estació del Nord. Toma un bus directo a Palamós (Moventis). Una vez allí, un taxi o caminata de unos 20 minutos te llevará a la playa. Todo el trayecto lleva aproximadamente 1 hora 45 minutos.
¿Quieres una cala especial, de esas que parecen un secreto bien guardado? La Playa de Canyet es una joya escondida entre rocas, con un puente de piedra que la hace inolvidable.
Pequeña, tranquila y diferente, es perfecta para quienes buscan algo más que arena y sol.
Está en la zona de Santa Cristina d’Aro y su acceso ya es parte del encanto. Cuando llegas, descubres una cala pequeña, íntima, donde el azul del agua contrasta con las rocas y el famoso puente de piedra que cruza la bahía. Es muy fotogénica, y tiene un punto mágico que la hace diferente. Eso sí: hay poco espacio, así que, si vas en verano, madruga un poco para disfrutarla con calma.
Cómo llegar: Ve a Estació del Nord y toma un autobús directo a Santa Cristina d’Aro. Desde allí, puedes tomar un taxi o caminar hasta la playa (unos 20 min). El trayecto total es de 1 hora y 15 minutos aproximadamente.
¿Te gustaría pasar el día en un rincón marinero con casas blancas y agua cristalina? Sa Tuna es una cala de postal, con sabor a pueblo pesquero y un ritmo que invita a parar.
Llegar hasta allí ya es parte del plan: y una vez lo hagas, no querrás irte.
Situada a las afueras de Begur, Sa Tuna es una de las calas más bonitas de la Costa Brava. El entorno lo tiene todo: arquitectura tradicional, barquitas flotando en la orilla, restaurantes pequeños y agua transparente. El camino en coche es algo curvado, pero totalmente asumible para una excursión desde el Hotel Regina. Una vez llegas, la sensación es clara: estás en un sitio especial. Perfecto para pasar todo el día, comer bien y volver al hotel con la piel salada y la mente en paz.
Cómo llegar: Desde Estació del Nord, toma el bus directo a Begur (con Moventis o Sarfa). El trayecto es de aproximadamente 2 horas. Una vez allí, puedes bajar caminando a la cala o tomar un taxi local.